La década de los noventa comienza con un filial que no consigue entrar entre los cuatro primeros clasificados que optan al ascenso, obteniendo unas plazas que disgustan a la directiva. A sus 28 años se sitúa como uno de los jugadores top del planeta, con un inicio de campaña 20/21 (16 goles y cuatro asistencias) que apunta a superar los registros de la temporada pasada, donde fue campeón de Premier.